sábado, 14 de marzo de 2015

HOY CONOCEMOS "SINGLUTENISMO"

BUENOS DÍAS CORAZONES.
Hoy el protagonista del blog es otro blog: Singlutenismo.
Reconozco que en el tema de la celiaquía yo estaba un poco pez, recuerdo que al principio de trabajar como interina tuve una compañera que era intolerante al gluten pero me parecía algo muy raro. Este año en una de mis clases de 4º de la ESO me encontré con 3 alumnos con este problema, si la memoria no me falla a todos se lo habían diagnosticado ya de adolescentes y las consecuencias de que un alimento "contaminado" (entre comillas) entrara en su cuerpo son muy bestias, llegan a durar varios días y los deja hechos un trapo.
Fue por ellos cuando empecé a investigar por las redes sobre esta dolencia, sospechando incluso que algunos de mis problemas de salud tuvieran que ver con esto. Me encontré con una lista bastante extensa de "alimentos prohibidos o restringidos" y también con serios problemas (poniéndome en la piel de mis chicos) a la hora de buscar restaurantes baratos cercanos al lugar donde vivo en el que pudiera cualquier celiaco comer sin miedo.
La bombilla se me volvió a encender el día que visitamos con los chavales el Centro de Cualificación Turística de Murcia en el que nos hablaron de la manipulación de alimentos y también cuando eché cuentas de lo que gasta una familia en la que alguno de sus miembros es celiaco: ¡un disparate y sin ayudas de ningún tipo!

Entonces di con el blog de SINGLUTENISMO y me pareció muy útil.
Espero que esta entrada sirva para que lo conozcáis y también para dar un poco más de luz a este problema que afecta a mucha gente, mucha más de la que a día de hoy está diagnosticada.




Encontraréis el blog también en redes sociales. Os animo a seguirlo.

TAMBIÉN ES MUY ÚTIL EL APARTADO QUE DEDICA LA COCINA DE GIBELLO (de los primeros emprendedores que pasó por este blog) A RECETAS PARA CELIACOS. Os lo enlazo http://lacocinadegibello.blogspot.com.es/p/celiacos.html



ENTREVISTA.

1. ¿Cómo se te ocurrió crear este blog? ¿Qué tipo de entradas podemos encontrar en él?

Tras mi diagnóstico hace poco más de cuatro años, empecé a investigar cómo adaptar todo lo que cocinaba hasta entonces (porque cocinaba, y mucho) al mundo sin gluten. Así descubrí varios blogs y grupos en las redes sociales de recetas sin gluten y otros temas. Poco a poco, mi participación en ellos me llevó a querer reunir mis propias recetas en un sólo lugar, y así nació Singlutenismo. A día de hoy, ha evolucionado en algo mucho más ambicioso: además de recetas, se pueden encontrar experiencias en restaurantes, viajes, debates, información para el día a día, consejos y, desde hace muy poco, anuncios de los cursos del nuevo proyecto en el que estoy inmersa, El taller sin gluten.

2. ¿Es sencillo poder prescindir del gluten en lo que comemos?

La verdad es que las circunstancias varían mucho de unos países a otros. Somos animales de costumbres y dejar de comer muchas cosas de un día para el otro no es fácil. Es por ello qu​e nos centramos mucho en sustituir los productos finales hechos con cereales que nos hacen daño por tener gluten por otros que no contengan gluten. El día a día en casa es cada vez más fácil, sobre todo si te gusta cocinar. El mayor problema lo tenemos tanto a la hora de hacer la compra como al salir de casa. Al hacer la compra cada vez encontramos más productos etiquetados y certificados como "sin gluten"; el problema es que muchos de ellos (sobre todo los llamados "productos específicos", como pastas, panes, bizcochos, galletas...) llegan a cuadruplicar el precio de su equivalente con gluten. Por otro lado, a la hora de salir de casa, comer en restaurantes y viajar por el mundo, nos encontramos con que no todo el mundo (ni mucho menos) sabe lo que es un celíaco ni sabe cómo cocinar para él de forma segura. La contaminación cruzada es uno de nuestros mayores enemigos, ya que suele pasar muy desapercibida. El simple hecho de cortar con el mismo cuchillo algo con gluten y después algo sin gluten, de hacer una carne en una plancha en la que previamente se había tostado un pan, o de freír en el mismo aceite croquetas con gluten y patatas, hace que nosotros ya no podamos comer ni lo que se ha cortado con el cuchillo, ni la carne a la plancha ni las patatas fritas. Poco a poco se va tomando más conciencia y son varios los restauradores que apuestan por ofrecernos un servicio de calidad y seguro. Queda mucho que avanzar, pero quiero creer que vamos por buen camino.

​3. ¿Cuáles son los alimentos más perjudiciales para una persona intolerante que tiene este problema?

​Los celíacos no podemos comer nada que contenga gluten, una proteína presente en el trigo, la avena, la cebada y el centeno. Esto incluye cosas evidentes como el pan, la pasta, las galletas, los bollos, los rebozados... Pero también, muchas veces, otros productos menos "directos", como embutidos, chocolates, golosinas y muchos otros alimentos procesados. Tenemos una serie de productos que son seguros para celíacos en su estado natural, que son los llamados "productos genéricos aptos para celíacos" y todo lo demás tenemos que ir buscando marcas aptas.




4. ¿Crees que  la sociedad en general está concienciada acerca de este problema?

​Creo que, por suerte, cada vez va sonando más "lo del gluten". Como decía antes, esta situación depende mucho de los países. Hay algunos en los que hablar de celiaquía o gluten suena extrañísimo. En España tenemos la suerte de que a la gente, al menos, le suena algo. Creo que el mayor problema que tenemos en ese sentido es que, por más que a todos nos resulte familiar el tema, pocos conocen los pormenores que conlleva. Muy frecuentemente tenemos que oír aquello de "¿Y no puedes comer ni un poquito? ¿Ni una vez?"​. Lo más grave no es la gente de a pie que no conoce tan profundamente el tema (al fin y al cabo, ¡no todos podemos saber de todo!). Lo grave es que un chef, un camarero o un carnicero sepan poquito o, peor, crean que saben mucho y, en realidad, no sepan absolutamente nada. En este sentido, la formación lo es todo. Creo que todo aquel que trabaje con comida (ya sea atendiendo mesas, envasando refrescos o gestionando una gran multinacional) debería saber en detalle qué es "lo del gluten" y, ya de paso, lo de las alergias y las intolerancias. Al igual que toda aquella persona que tenga a su cargo a algún alérgico, intolerante o celíaco, como es el caso de los profesores y el personal sanitario.

5. ¿Qué piensas que podría hacer la administración y los empresarios de la alimentación para poner  un poco más fáciles las cosas a los que no pueden tomar alimentos con gluten?

​Para empezar, la Administración debería encargarse de comprobar el cumplimiento de los procesos de fabricación y los etiquetados. Nos encontramos con etiquetados incorrectos, confusos y falsos, y no hay nadie de la Administración ahí para tirarle de las orejas al fabricante.​ Además, se debería obligar a declarar la presencia de trazas de alérgenos (con la nueva normativa aún no se contemplan las trazas) y se debería velar por que no se hagan "etiquetados preventivos" en los que se declare la presencia de todos los alérgenos, para curarse en salud. Por si fuera poco, la Administración debería llevar a cabo una regulación de los precios de los productos específicos para celíacos; es completamente inaceptable que 1 kg. de harina sin gluten cueste 4€. Por último, deberían trabajar en la normalización del colectivo en todos los aspectos del día a día: en el colegio, en el instituto, en la universidad, en el trabajo, en los hospitales, en la consulta del médico, en el supermercado...

A los fabricantes les agradecería su apuesta por nuestro colectivo y les pediría etiquetados completos, certificados recientes y de libre acceso y precios asequibles.

Y a los restauradores una vez más les agradecería su implicación, les insistiría en la importancia de la formación y los controles periódicos, y les animaría a que siguieran apostando por nosotros. Somos un gran colectivo que se comunica y recomienda mucho todo lo que nos resulta interesante y que arrastra masas. Un celíaco nunca va solo: lleva detrás de sí a amigos, familiares, compañeros de clase y del trabajo...



6. Para los que no lo sepan, ¿qué síntomas pueden indicarnos que somos intolerantes al gluten?


​La sintomatología varía muchísimo de unas personas a otras, y sobre todo hay diferencias entre niños y adultos. En los niños, se suelen producir problemas de crecimiento, falta de apetito, barriga hinchada, erupciones en la piel (si va asociada de dermatitis herpetiforme), mal humor, vómitos, estreñimiento, diarrea... En adultos los síntomas pueden ser aún más variopintos. Además de todo lo anterior, puede haber tanto hinchazón como gran pérdida de peso, abortos de repetición, osteoporosis, cansancio, anemia... Por si fuera poco, hay celíacos asintomáticos (o así lo parecen), que no presentan ninguna dolencia que les parezca reseñable. Yo era una de estas; acudí a la consulta del médico porque a mi hermanita le habían diagnosticado y, como la celiaquía tiene base genética, debía comprobar si me había tocado o no. Y me tocó. Yo me consideraba asintomática, pero luego empiezas a atar cabos y te das cuenta de que ciertas cosas no funcionaban del todo bien.

El tema es que la celiaquía es algo que afecta a nivel nutricional. Al atrofiarse las vellosidades intestinales, no procesamos los nutrientes de los alimentos que ingerimos. Por lo tanto, cualquier cosa en nuestro cuerpo que tenga que ver con la nutrición ​(es decir: todo), puede verse afectado. Hay un capítulo de House en el que una mujer tenía un desequilibrio mental importante debido a la carencia de un nutriente provocada por una celiaquía.

En cualquier caso, es siempre un especialista digestivo quien nos tiene que dar el diagnóstico final una vez hechas todas las pruebas pertinentes. Además, si sospechamos de celiaquía y no tenemos suerte con el médico que nos atiende (puede pasar, que no nos quiera hacer las analíticas...), siempre podemos acudir a las asociaciones para que nos aconsejen otros médicos o qué podemos hacer en estas ocasiones.

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